¿Porqué entrenador personal y no coach? Esta fue una de las primeras preguntas que me hice antes de hacer el gran cambio en mi vida profesional.
A través de las experiencias vividas como monitor de gimnasio, instructor de actividades dirigidas y entrenador personal, me di cuenta que cada vez era más necesario poner la atención en los sentimientos.
Además, viviendo el momento tan difícil de pandemia y las secuelas psicológicas que está acarreando… Se ha convertido en algo indispensable no enfocarse solamente en la parte física, sino también en la mental al afrontar los nuevos retos y objetivos saludables de cada persona.
En las conversaciones que tenía antes de comenzar el camino al cambio, habitualmente se filtraban tarde o temprano frases como:
- No creo que sea capaz de hacerlo ¿Tú que crees?
- Sé que será difícil llegar, tengo poca voluntad pero lo intentaré.
- No sé qué me pasa, hago de todo y no lo logro.
Y un sin fin de frases como éstas, eran las que me orientaban para saber de dónde podían salir sus dificultades y tener un punto de partida definido.
Las Preguntas
No siempre se trata de los límites físicos solo, las mayores barreras que tenemos residen en nuestro cerebro.
Por ello, además de tener en cuenta las características físicas, uno de los pilares importantes en los cuales se basa el cambio que se quiere dar, es teniendo muy presente las sensaciones psicológicas de cada persona.
¡Esta es la única vía certera para llegar al éxito!
Para poder iniciar y llevar adelante un proyecto de cambio, es esencial poder saber en que situación se encuentra ese cliente o clienta. La metodología que yo utilizo es a base de utilizar las siguientes preguntas entre otras:
- ¿Cómo te sientes ahora?
- ¿Qué te ha llevado a estar aquí?
- ¿Qué es lo que necesitas?
- ¿Realmente crees en ti?
Coaching
Luego de este proceso de aprendizaje mutuo, llega el coaching. La aplicación del mismo, es elemental para procesar y crear un sistema de trabajo viable con cualquier persona incluyendo el aspecto físico.
El conocimiento profesional, el saber escuchar y el estar atento a aquello que transmitimos como seres humanos, nos hacen más conscientes y eficientes en nuestros campos.
Ahora empezamos a comprender un poco más el valor de un coach, la necesidad propia como instigador de la chispa que enciende nuestro motor. Un motor lleno de incertidumbres y dudas, pero que también contiene los engranajes necesarios para decir «hasta aquí». Que te proporciona las partes necesarias para echar a andar por un camino diferente, algo que buscábamos hacía tiempo y no sabíamos cómo hacerlo.
Con mis ganas de seguir mejorando y ayudando a más personas, decidí dar un cambio radical en mi vida y comenzar a ser Coach para conseguir de una manera más completa los objetivos de cada cliente.
Artículo escrito por Marcos Ríos (coach profesional)