Este es un debate que está presente cada cierto tiempo en los medios de comunicación y en las escuelas: ¿Debería desaparecer la enseñanza de la caligrafía en las escuelas? ¿Es más eficiente escribir en un teclado? ¿No es mucho más rápido utilizar un ordenador portátil en secundaria y en los estudios superiores para así aprovechar la velocidad y tomar mejores apuntes?
En la era de los teclados, escribir a mano se ha convertido en un ejercicio de artesanía que tiene mil y un beneficios mentales y psicológicos, como por ejemplo, promover una buena estructuración cerebral.
Vamos a ver cómo diferentes estudios nos hablan de las diferencias entre escribir en teclado y manualmente.
Según Juan Antonio Núñez, profesor de Desarrollo de Habilidades Lingüísticas y Lectoescritura y coordinador del Centro de Escritura de la Universidad Autónoma de Madrid, la caligrafía debería convertirse en una estrategia didáctica, no sólo en Primaria, sino en Secundaria y en la Universidad. ¿Pero por qué?
«Escribir en papel favorece la transformación del conocimiento, porque de esta forma hay que procesar, sintetizar, reflexionar, analizar y categorizar. Hablamos de un proceso de abstracción donde se está continuamente tomando decisiones».
El psicólogo educativo Antonio Labanda, afirma que cuidar la coordinación visomotora que se genera con esta práctica «es fundamental no solo para el desarrollo neurológico, sino para mantener una atención insustituible con la que poder evitar faltas de ortografía viendo al instante lo que se está haciendo cuando hay que darle más rapidez a la escritura».
De entre los estudios que hablan acerca de las ventajas de la escritura manual, podemos citar también el publicado en 2012 por Karin Harman James de la Universidad de Indiana (Estados Unidos) donde comprobaron mediante escáneres cerebrales realizados a niños que aquellos que escribían a mano alzada mostraban mayor actividad cerebral en tres áreas: el giro fusiforme izquierdo, el giro frontal inferior y la corteza parietal posterior.
¿Qué quiere decir esto? Pues que esta mayor activación pone en marcha habilidades que conectan el hemisferio izquierdo con el derecho, tejemos redes más complejas y podemos generar más ideas y conceptos.
Deducimos de los estudios citados, aunque hay muchos más, que escribir a mano es, por lo tanto, una forma más consciente de dar forma a las ideas. Nos exige mucha más implicación de las estructuras cerebrales.
Se ha alegado en ocasiones que escribiendo en un teclado somos mucho más rápidos, y por consiguiente, escribir en un teclado es mucho más eficiente.
Según Anne Mangen, profesora asociada de la Universidad de Stavanger, Noruega, escribir a mano refuerza el proceso de aprendizaje del cerebro, mientras que escribir en un teclado puede perjudicarlo.
En un estudio se comparó los resultados de dos grupos que asistieron a las mismas conferencias. Uno de los grupos tomó apuntes a mano y el otro en un portátil.
Al final de las conferencias se les preguntaron a ambos grupos cuestiones relativas a conceptos y datos tratados en las conferencias. El resultado fue claro: el grupo que tomaba los apuntes a mano procesaron la información de forma más profunda, entendieron los conceptos mejor y memorizaron muchos más datos que aquellos que usaron teclados.
Aunque quienes tomaron apuntes en un ordenador habían anotado más palabras, no habían representado mentalmente la imagen que formaba la palabra, y por consiguiente, la parte del cerebro encargada de procesar la información senso-motora no estaba activa. Al escribir a mano creamos una huella de recuerdo motor en el cerebro que mejora la memoria y ayuda a recordar mejor la información.
Así que, aunque a primera vista parezca que tomar apuntes a mano es menos eficiente, en realidad estamos seleccionando automáticamente la información más significativa y relevante, escogemos las palabras que vamos a anotar y grabamos su forma en nuestro cerebro.
Así que la respuesta a la pregunta que titula este artículo es clara: Si quieres ser más consciente y más eficiente, escribe a mano.
En próximos artículos hablaremos de la escritura manual como herramienta terapéutica y de crecimiento personal, de cómo la Grafología es una técnica científica que puede ayudarnos a conocernos mejor y cómo la Programación Neuro-Caligráfica ha demostrado con una Tesis Doctoral que nos ayuda a desarrollar la inteligencia emocional.
Escrito por : Carmen Gonzalez
Referencias:
https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/0956797614524581
https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fpsyg.2020.01810/full
https://www.zaner-bloser.com/HW21Summit/research-harman-james.html