1. Horario y disciplina para mejorar la concentración

Trabajar desde casa, y en este caso, escribir, no es algo que se pueda hacer en cualquier momento. Las musas no existen. Establecer un horario y cumplirlo es imprescindible. Ese horario será sagrado y nada, ni nadie debería interrumpir tu labor. Ni siquiera tú mismo. Con ello pretendemos mejorar la concentración.

2. Si no cumplo, ‘castigo’

No se trata de fustigarnos, ni de mandarnos al rincón de pensar como a los niños, pero sí de saber que existe un toque de atención por parte de alguien o algo, si no cumplimos con nuestro trabajo. Por ejemplo, si no terminas un artículo a la hora prevista, nada de leer el correo, consultar una red social o mirar el móvil. De hecho, éste debería estar apagado o en silencio.

Para mejorar la concentración debes aprender a gestionar tus impulsos.
Para mejorar la concentración debes controlar tus impulsos.

3. Bye, bye Google y amigos para mejorar la concentración

Cuando comencé a escribir no tenía conexión a Internet en casa. Puede sonar a Prehistoria. Ahora quien más quien menos tiene acceso, pero ¿es necesario estar conectado mientras escribimos? La respuesta parece clara: no. Tal vez, necesitemos realizar una consulta, pero una vez hecha, se acabó. Adiós a Google y amigos. Nuestro editor de texto o la página en la que estemos redactando será lo único que necesitemos. Existen herramientas como Ommwritter, para quienes necesiten crear un clima zen, donde las distracciones no existen.

4. Escribir para un amigo

Muchas veces, antes de comenzar con la primera línea, pienso en la persona que lo va a leer. A veces, de un modo general, o en un conocido o amigo. Leo Babauta, hace hincapié en la figura del amigo, pero en mi caso prefiero pensar en un grupo de gente. Y de qué modo les puedo ayudar con lo que escribo. Releer es importante.

Romper el hielo

Imagina cuando tuviste esa primera cita, cómo costó romper el hielo y dar paso a una conversación inolvidable. Con la escritura sucede lo mismo. No nos podemos permitir plantarnos ante la otra persona (el lector) y permanecer callados. Escribe unas líneas, y con ellas el primer paso estará dado.

Mente en blanco para mejorar la concentración

Escribes desde casa. En ella siempre surgen problemas, interrupciones, actividades que más tarde te esperan, llamadas por teléfono… (juro que ha sonado mientras escribía este párrafo) La capacidad para desconectar de lo que nos rodea es otra obligación. Tomar aire, relajarnos y concentrarnos en nuestra tarea es difícil pero no imposible.
Ha llegado la hora de disfrutar con nuestro trabajo. No importa que vayas en chándal,te duela la cabeza o te angustie lo que tengas que hacer por la tarde.

¿Ganas de abandonar?

Nadie me ve. Nadie me vigila. ¿Por qué no me levanto y lo dejo para luego? Error. Toma aire de nuevo. Visualiza lo que te gustaría hacer o resolver en esos momentos. Unos segundos. Pero no te levantes, recupera la concentración y sigue escribiendo. Tirar la toalla es lo fácil. Además, ése es un mal hábito si pretendes acabar tu trabajo a tiempo.
Con variaciones, estos son los 7 pasos que mostraba el articulista. Cada uno podemos añadir o modificar alguno de ellos, pero lo que está claro, es que no es sencillo aislarse. Pero tampoco, imposible.

¿Necesitas ayuda?